El argentino Hernán Nunzi no solamente programa música de otros colegas y músicos sino que también produce material propio y ha llegado a ser destacado por, por ejemplo, www.beatport.com,  el sitio de internet más importante de la música electrónica internacional. “Tengo el honor de que mucha de mi música ha sido tocada por colegas DJ’s de distintos lugares del mundo”, asegura Nunzi, con lógico orgullo.

Quizá el primer lugar del extranjero donde Nunzi triunfó sea Punta del Este, donde se ha lucido en Setai,  Kika, Opera Bay Mint, Rumi, y Kosiuko Bar, entre otros sofisticados sitios. “Me encanta mi trabajo porque siento que mediante la música contribuyo a la diversión de la gente, a crear buenas atmósferas, buen ambiente”, analiza.

Se puede decir que en los últimos años ha logrado la conquista de buena parte de Latinoamérica. De hecho, ha sido figura del canal Fashion TV Latinoamérica. Perú es uno de sus bastiones. Allí se ha hecho un nombre en el ambiente y en abril estará en el bar Open, de Lima. México también está en su agenda para la primera parte de este 2020. Colombia, otro tanto. Como todos los años, en septiembre y octubre estará del otro lado del Atlántico, en España, donde se presentará en Madrid y en Barcelona. Las raíces de su carrera están en Argentina, donde ha hecho la “residencia” de discotecas como Ku y UFO POINT, en la exclusiva localidad de Las Leñas, paraje ideal para esquiadores.

En Buenos Aires uno de los puntos altos de su trayectoria ha sido la labor para los clubes Divino y Asia de Cuba. La labor de Nunzi acaba de ser reconocido con el Premio AIPE (siglas de la Asociación Internacional de Periodista del Espectáculo). “Es maravilloso sentir que el esfuerzo y la creatividad que uno pone en su oficio sea reconocido por la prensa, y, en especial, por el público”, declara.

El DJ tiene un bajo perfil personal, es una persona sencilla y afable en el trato, pero cuando se mira su curriculum se ve su pedigrí y cuando sube a su puesto junto a las bandejas y sus elementos de sonido se agiganta.

Información y fotografía cortesía Erwin Pérez