La Putarka da una de las claves de su éxito: en los videos trata de contar historias en las que la gente se vea reflejada. Pese a su juventud, Jennifer ha hecho un recorrido vital potente. Nació en La Habana, Cuba, y a los 14 años de edad se mudó a España, donde vivió durante una década. En 2010 aterrizó en Miami. En la Ciudad del Sol fue empleada de seguridad en bancos y en el aeropuerto; también fue costurera y recolectó muebles para venderlos en un mercado de Homestead. Jennifer le debe mucho a La Putarka entonces. “A muchos mi nombre les suena atrevido, pero luego ven que mi contenido es sano, cómico”, cuenta la joven, divertida. La Putarka es un juego de palabras que alude a las matriarcas de los gitanos y al término “putarka”, que significa “dar patadas”.
La singular Jennifer está determinada a trabajar fuerte para no volver a estar en las sombras. Al contrario, quiere más luz: convertirse en actriz, como lo soñó desde niña, como Sandra Bullock, una de sus artistas más admiradas.
Información y fotografía cortesía Drisset Bethancourt