Durante el encuentro, Arjona interpretó varias canciones en un ambiente íntimo y lleno de gratitud. En sus palabras, recordó con emoción que en ese mismo teatro dio sus primeros pasos artísticos como telonero, en una época en la que incluso no se le permitía interpretar sus propias composiciones.
En un gesto simbólico y lleno de significado, Arjona cantó —esta vez sin restricciones— su icónica canción “Jesús es verbo, no sustantivo”, tema que en aquel entonces interpretó rompiendo las reglas. El momento estuvo cargado de nostalgia y reconocimiento mutuo entre el artista y quienes han sido parte de la historia del teatro.
Durante la convivencia, los empleados del Teatro Nacional sorprendieron a Arjona al mostrarle un escrito que él mismo les había obsequiado en el año 1989, un recuerdo que evocó los inicios de su trayectoria y reafirmó el vínculo profundo entre el artista y su tierra natal.
Con este gesto, Ricardo Arjona dio inicio a su residencia con 23 funciones en el Teatro Nacional de su país, regresando al escenario que lo vio comenzar y compartiendo su arte con quienes han sido testigos de su camino desde los primeros días.
Información y fotografía cortesía Artist Solutions